Actualmente, existen varias formas de ser efectivo en el aprendizaje. Si bien la cantidad es importante, hay que decir que todas estas alternativas no son fáciles de entender o aplicar en el momento de la práctica. Sin embargo, de estos, hay rendimientos generados antes y después en el marco de formularios de evaluación. Entonces en este artículo analizaremos y daremos una opinión si ¿Aplicamos comentarios a comentarios? ¿Deberíamos estar buscando comentarios? ¿Hay pasos para juzgar la buena forma? ¿Hacer reseñas como novato en la universidad? Y finalmente, ¿es la respuesta una técnica efectiva para juzgar la buena forma?
Para averiguarlo, se requiere evaluación por forma y con eso queremos considerar más que la pregunta o actividad que le queda al estudiante, y que tiene demasiado efecto en el esfuerzo que los estudiantes dedican a comprender este tema. Hacer una a los estudiantes con una respuesta concisa y objetiva es diferente a hacer una pregunta con una respuesta subjetiva y crítica que limita un mayor nivel de análisis, donde el estudiante absorberá más preguntas conceptos. Piensa activamente. Sin embargo, para hacer una evaluación formal, los estudiantes deben preparar y deben aprender de sus “errores”. Habiendo dicho que los “errores” están entre comillas, porque no existen. Simplemente, lo único que existe es la respuesta. No estamos hablando de resaltar nuestros errores, sino de mejorar cada aspecto de nosotros mismos o de nuestro trabajo. Distingue lo que es bueno y valóralo y valórate a ti mismo. Puede parecer un trabajo duro porque no estamos acostumbrados a juzgar lo que es bueno en nuestro trabajo; sin embargo, gracias a los comentarios, es posible. Según el Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación para América Latina y el Caribe, la retroalimentación es formal y su propósito es brindar a los estudiantes información sobre su desempeño frente a los objetivos de aprendizaje planteados por la carrera y el programa. Debe ser capaz de producir una mejora en el aprendizaje de los estudiantes. La investigación de América Latina sobre retroalimentación formativa muestra resultados favorables en la mejora del aprendizaje. Además, la retroalimentación puede brindar otros beneficios como confianza, participación y buena actitud en el aula.
Para aplicar la retroalimentación correctamente, es fundamental conocer los pasos.
Estos pasos tienen tres puntos principales que son a) solicitar retroalimentación, b) definir actividades y entregables de las actividades concentradas, yc) ejecutar las tareas apuntadas con la duración adecuada. El primer paso es tener el deseo de que se expulse, porque si el estudiante no quiere pasar por ese momento o no tiene ningún interés en él, no le servirá de nada. Para el segundo paso, es importante porque para reparar su trabajo, debe saber qué incluye su trabajo o tarea. Por ejemplo, si solo copia la tarea que debe completarse, es probable que no sepa qué es. Entonces, si hacemos eso, no entenderemos por qué nos soluciona y no reconoceremos las partes que necesitan mejorar. Ahora bien, el tercer punto consiste en relacionar el trabajo con su correspondiente retorno al tiempo. Cabe señalar que si tarda más de 2 horas en hacer comentarios después de completar la tarea, los comentarios no serán de mucha ayuda, ya que se perderá la conexión con el tema. Es por esto que debe ser entregado en la fecha y hora especificada. El buen feedback va de la mano con la responsabilidad de los alumnos, puesto que son proporcionales entre sí. Si el estudiante es más responsable, entonces esta técnica lo ayudará más a medida que aprenda.
Finalmente, cabe señalar que la retroalimentación no solo la proporciona el docente. Como se dijo, la retroalimentación no se trata de resaltar el mal trabajo, sino de resaltar las cosas buenas y mejorar lo que se podría hacer. Así que analizando esto, si comparas tu trabajo con el de tu amigo, puedes ver los puntos a mejorar en tu trabajo y seguro que tu amigo hará lo mismo. Dos se potencian. Es por esto que la retroalimentación ayuda no solo en el ámbito académico, sino también en el ámbito social y personal. Tienes que dar feedback desde el principio, desde el primer año. En resumen, el aprendizaje efectivo en todos los estudiantes debe contar con una buena base de evaluaciones establecidas y, a su vez, estas evaluaciones deben estar respaldadas por retroalimentación para que siga este camino, además de mejorar aún más. Debemos tener en cuenta los pasos para hacerlo correctamente y no perdernos en el proceso. Además, debemos comenzar a dar retroalimentación sobre muy temprano para crear un buen hábito que nos ayudará a lo largo de la vida. Como dijo Kilroy J. Oldster, los comentarios críticos compartidos de buena fe constituyen un diálogo inherentemente constructivo.
Bibliografia