17 Jun
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Evidentemente, las competencias comunicativas son claves dentro de todo proceso de transmisión de mensajes, ya sea de madre a hija, de amigo a amiga, de médico a usuario, entre otros. En el caso del área de la salud, su aplicación es mucho más relevante, puesto que, si un alumno de medicina, obstetricia, nutrición o de cualquier carrera, durante sus estudios de pregrado, no desarrolla habilidades comunicativas, a pesar de poseer todo el conocimiento médico y teórico retenido en su cerebro, no logrará ser el profesional de salud que un paciente necesita, generando graves consecuencias perjudiciales para la salud y el bienestar general del usuario. En concordancia, considero que el estudiante perteneciente al campo de la salud debe poseer competencias comunicativas para que en su futuro profesional establezca adecuadamente una relación profesional de la salud - paciente y brinde servicios de salud de calidad a cada uno de los pacientes.

El objetivo del presente ensayo académico es explicar las razones principales por las cuales los estudiantes de ciencias de la salud deben formarse con competencias comunicativas durante el pregrado.

Para empezar, una de las razones es que prepara al alumno a no cometer errores en un futuro. En otros términos, desde el primer ciclo de estudio, la aplicación y el conocimiento en la interpretación correcta de los mensajes resulta vital debido a que permitirá que, por ejemplo, durante en una consulta el profesional de salud (obstetra) ya capacitado garantice la satisfacción de la atención que recibió su paciente. Asimismo, de acuerdo con González Olaya et al. (2015), fortalece sus habilidades como la escucha activa, movimiento de manos, expresiones, desarrollo de un diálogo con empatía, gestos, entre otros. Entonces, siguiendo con el ejemplo anterior, el paciente se sentirá escuchado, comprendido y agradecido, luego de que la obstetra haya entendido y aclarado cada palabra que sale de la boca de su paciente, de este modo, brindándole el diagnóstico correcto, tratamiento, medicamento, receta, etc.

Es más, el estudiante del área de salud posee en sus manos una vida. Desde una visión a futuro, sin lugar a dudas, terminada la carrera entrará al campo de acción laboral, entonces en su pregrado tuvo que estar totalmente preparado en el ámbito de la comunicación. Y aunque suene lamentable, según Calvo-Calvo (2016), muchas vidas se pierden en vano por negligencia médica o por falta de capacidad de saber cómo actuar, hablar o escuchar a sus pacientes, llevándolos a seguir tratamientos que los perjudicaría aún más. Entonces, se podría decir que tan solo por un pequeño error de comunicación, se cobran vidas. Si el doctor no le transmite confianza o empatía por su falta de saber comunicarse con su paciente, posiblemente este último se mantiene silenciado o sin expresar tanto sobre su enfermedad debido a la conducta desfavorable vista por su médico. En efecto, todo lo mencionado anteriormente es lo que se puede evitar y en ello radica la importancia de formar a estudiantes con dichas competencias. 

También, cabe destacar que, de acuerdo con Raya & A (2005), adquirir habilidades de comunicación, que incluya la relación con el paciente, se perfeccionarán durante los semestres de prácticas en el pregrado, en los que los estudiantes tienen contacto continuo con los distintos actores del proceso salud-enfermedad. De este modo, se llegará a los pacientes y familiares con un lenguaje asequible para la comprensión de la prevención de su enfermedad, promoción de la salud, el tratamiento, etc.

Adicional a ello, formarse con habilidades comunicativas implica el desarrollo de la capacidad de presentar nuevas ideas, explicar conceptos, negociar acuerdos, ofrecer recomendaciones, y en especial, solucionar problemas, tal como menciona Arias (s/f). Pues, definitivamente ayudará bastante en la preparación profesional. El médico que sabe resolver conflictos y cómo manejarlos con el paciente es un buen profesional, la obstetra que genera y expresa nuevas ideas a sus pacientes gestantes es una buena profesional, y más ejemplos diversos se podrían recalcar. De esta forma, y como se menciona en cada parte de este ensayo, mejora la calidad de servicio y fortalece la relación que el profesional de salud crea con su paciente. Dominar las habilidades comunicativas básicas (asertividad, contacto visual, la perspectiva del otro, coherencia mensaje - emoción, capacidad negociadora, escucha activa, enfoque empático, manejo de los nervios y más) promueve la confianza y el respeto mutuo. 

No obstante, existen situaciones en las cuales durante los estudios de pregrado, sobre todo a estudiantes de medicina, suelen recargarlos de extensa información, ya sea anatomía, fisiología, entre otros; claramente dejando de lado las habilidades comunicativas. Tomando en cuenta lo expresado por Simpson et al. (1991), esto es debido a que se sigue la secuencia de una educación tradicional, la cual resulta ineficaz e insuficiente para enseñar sobre la buena comunicación que un profesional de salud debe mantener hacia su paciente. Asimismo, pocos programas piden como requisito certificados sobre demostraciones de competencia de comunicación. A pesar de todo, no se debe volver un obstáculo para que uno como estudiante se concientice de la importancia de desarrollar, potenciar y/o aplicar las habilidades comunicativas, durante su preparación profesional, de modo que, en un contacto temprano, como por ejemplos en consultas, intervenciones, etc se pueda generar una buena relación profesional de la salud - paciente.

A modo de síntesis, se destacaron las razones por las que es importante que cada estudiante de ciencias de la salud desarrolle habilidades comunicativas, sobre todo, en sus primeros ciclos de estudios de pregrado, de modo que en un futuro cercano, dichas competencias las aplica eficientemente con cada paciente, motivándolo a tener confianza en el profesional de salud y creando una adecuada relación que les garantice el inicio de un buen cuidado de la salud del usuario, además de los conceptos teóricos que el alumno debe poseer, nunca debe dejar de lado el escuchar activamente, aplicar lenguaje sencillo, demostrar empatía y más habilidades que lo llevarán a ser cada día más un mejor profesional de la salud.
Referencias bibliográficas

Arias, L. (s/f). La importancia de las habilidades comunicativas en el trabajo. cvapp.es. Recuperado el 10 de 2022, de https://cvapp.es/blog/habilidades-comunicativas#:~:text=Tener%20habilidades%20comunicativas%20competentes%20determinar%C3%A1n,su%20entorno%2C%20incluyendo%20el%20laboral.

Calvo-Calvo, M.-Á. (2016). La comunicación de crisis en errores sanitarios: Reflexiones sobre las estrategias institucionales. Index de Enfermería, 25(3), 161-165.

González Olaya, H. L., Uribe Pérez, C. J., & Delgado Rico, H. D. (2015). Las competencias comunicativas orales en la relación médico-paciente en un programa de medicina de una universidad de Colombia: Una mirada desde el currículo, los profesores y los estudiantes. Educación Médica, 16(4), 227-233. https://doi.org/10.1016/j.edumed.2015.10.008

Raya, A., & A, D. (2005). Reflexiones acerca de la competencia comunicativa profesional. Educación Médica Superior, 19(3), 1-1.

Simpson, M., Buckman, R., Stewart, M., Maguire, P., Lipkin, M., Novack, D., & Till, J. (1991). Doctor-patient communication: The Toronto consensus statement. BMJ : British Medical Journal, 303(6814), 1385-1387.

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