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El aprendizaje-servicio como método de aprendizaje universitario

Durante la etapa universitaria el método de aprendizaje y enseñanza suele ser crucial para un buen desempeño como estudiantes y profesionales. Por ello el aprendizaje-servicio en apoyo a las comunidades debe ser aplicado a la educación universitaria de manera eficaz. Esto se lograr con una educación basada en la experiencia, en la que el aprendizaje se produce a través de la ayuda a comunidades o a un público objetivo. Involucrar a los estudiantes en el servicio comunitario es parte integra como objetivo de aprendizaje.

El aprendizaje-servicio enfocado en el servicio a la comunidad se diseña en torno a las necesidades de la comunidad. Esto hace que pueda abordar diferentes actividades, que incluyen el medio ambiente, la salud, la seguridad, etc. Ser parte de este método de enseñanza ayuda a que los estudiantes universitarios puedan usar sus conocimientos académicos en distintos problemas sociales auténticos.

Además, este método de aprendizaje aporta al desarrollo de habilidades de liderazgo, al desarrollo social y la consciencia de la diversidad. También favorece a que los estudiantes universitarios sean productores de aprendizaje, en vez de recipientes de este, que sean aprendices activos, en vez de pasivos. Todo esto siendo positivo para el estudiante obteniendo empoderamiento, enfoques constructivistas y fomentando su cooperación y colaboración con otros.

Un aspecto importante para destacar es la alianza que se tendrá entre los representantes comunitarios y los estudiantes. Estos servirán como educadores y supervisores, apoyando en diferentes actividades y asistiendo en diferentes evaluaciones durante el proceso de intervención. Las actividades además deberán ser organizadas y realizadas de manera oportuna, durante momentos en donde la comunidad aporte valores de aprendizaje a los estudiantes y donde se generen experiencias educativas.

Se puede resaltar que ayuda a promover la responsabilidad social y el civismo entre sus participantes. También al participar en experiencias de aprendizajes se puede mejorar en el estudiante el conocimiento, la eficacia política y en especial las probabilidades de hacer trabajo de voluntariado en un futuro. Otras investigaciones sugieren que puede llegar a mejorar las metas en otros proyectos educativos, la educación en valores y las actividades de desarrollo de liderazgo en los estudiantes.

Ayuda a la preparación para el mundo del trabajo y la formación, convirtiendo esto en objetivos relevantes para la educación universitaria. El aprendizaje-servicio se debe centrar entonces, en generar conocimiento dirigido a la solución de problemas contextuales en la comunidad y en la construcción de competencias.

Si bien el aprendizaje-servicio es un método de aprendizaje, también se puede valorar desde otras perspectivas. Mas allá de tener un carácter educativo, puede ser considerada también como herramienta de desarrollo comunitario y de cohesión con la comunidad. Esto viéndose como un punto de motivación y formación de los estudiantes, también siendo un motor de superación y confianza.

El aprendizaje-servicio no es solo una metodología educativa; no es solo una herramienta motivadora, es una manera de aprender y de enseñar y que está fuertemente vinculada al deseo de una sociedad más justa y a un modelo de ciudadanía comprometida con la ética del cuidado, en la que todos debemos procurar el mayor bien para todos, atendiendo a las diferencias. 

El servicio a la comunidad es una oportunidad para practicar el cuidado de los demás, y en numerosas ocasiones la acción de servicio se suele orientar a colectivos que necesitan de una atención en especial y en un momento determinado. Esto va más allá de proveer de asistencia y cuidado, sino que debe partir de una relación de reciprocidad entre quienes actúan y se benefician.

Hay que destacar que aprender haciendo es uno de los principios básicos de la pedagogía moderna, esta nos permite introducir la concepción de aprendizaje en actividades de aprendizaje-servicio. Esto se aplica tanto en el ámbito educativo como moral, exigiendo al estudiante universitario a ser el centro del proceso educativo y ser protagonista y autor de su formación. 

Este también parte del convencimiento de que todas las personas son capaces de intervenir en la comunidad, no solo unas pocas y de que todas tienen cualidades para aportar a la comunidad en general. Generando un espacio de participación real y que constituye algo positivo para el aprendizaje de la comunidad y de los estudiantes. Exige la implicación personal y desinteresada en un proyecto que busca el bien común y que aporta a la causa del otro.

Si bien es cierto que existen dificultades durante el proceso de intervención, como la falta de formación y experiencia del alumnado universitario en torno al diseño o la gran carga de trabajo tanto para el profesor como para el alumno. Estas se pueden solucionar con capacitaciones y simulaciones de escenarios previos al trabajo de servicio en general. También tomando en cuenta de no realizar la intervención de manera espontánea, sino tener una previa preparación exhaustiva en torno al tema a trabajar.

Otro aspecto negativo para destacar es el hecho de que en muchos casos conlleva muchas horas de trabajo fuera del horario de estudio, además también de que realizar este tipo de actividades conlleva a la necesidad de crear un sistema para evaluar a los alumnos fuera del aula. Teniendo en cuenta esto las soluciones más viables serian realizar aquellas intervenciones dentro del horario de clases para que no lleve a demasiado cansancio mental tanto como para profesores o estudiante y el de tratar de grabar esas intervenciones como método de evidencia para las evaluaciones.

En conclusión, implementar el método de aprendizaje-servicio en los estudios universitarios y centrado en las comunidades es positivo para los estudiantes. Ya que conlleva a que el alumno pueda desarrollar diferentes capacidades como el liderazgo y el empoderamiento, siendo beneficioso no solo para los alumnos y profesores, sino que también para la comunidad en cuestión.


Referencias bibliográficas

  1. Tejada J, editor. La formación de las competencias profesionales a través del aprendizaje servicio. Vol. 25. Cultura y educación; 2014.
  2. Batlle R, editor. ¿De qué hablamos cuando hablamos de aprendizaje-servicio? Vol. 972. Crítica; 2011
  3. Batlle R, editor. Aprendizaje-servicio. Vol. 24. Qué, cómo y para qué. Conferencia impartida en las Jornadas “Transformando la escuela con y para la comunidad"; 2010.
  4. Rovira JMP, editor. Aprendizaje-servicio y Educación para la Ciudadanía. Revista de educación; 2011.
  5. Santos Pastor ML, Cañadas L, Martínez Muñoz LF. Limitaciones del aprendizaje-servicio en la formación inicial en actividad físico-deportiva (Limitations of service-learning in initial training in physical activity and sports). Retos [Internet]. 1 de enero de 2020 [citado 29 de julio de 2022];37:509-17. Disponible en: https://recyt.fecyt.es/index.php/retos/article/view/70961
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