Diversas encuestas nos indican el malestar de las personas hacia los centros de salud, este no solo se refiere a la falta de instrumentos o medicinas para la atención de su malestar, sino al trato deficiente que brindan los profesionales de salud. Algunos indican que el deficiente trato de que se da se debe a la falta de vocación, a la motivación de generar mayor cantidad de ganancias, a la comunicación entre el paciente y el profesional de salud, etc. Por ello considero necesario realizar este ensayo, enfocándose en el aspecto de una mala comunicación paciente - profesional de salud, para una adecuada comprensión de sus características, causas y consecuencias se emplea el análisis del caso N°1 - Módulo I, y así evidenciar como es de suma importancia una buena comunicación paciente -profesional. En los profesionales de salud.
El profesional sanitario lleva a cabo su función mediante una interacción directa con otra persona, por lo tanto, la comunicación interpersonal será una de sus herramientas imprescindibles de trabajo (Nouvilas, 1999). Se deduce que la comunicación que tiene que emplear el profesional de salud debe de ser de las mejores, ya que este se encuentra en constante comunicación con las personas.
Es necesario conocer el caso N°1 - Módulo I, para conocer más profundamente los aspectos elementales de una comunicación paciente - profesional de salud. Dentro del caso se nos muestra a un profesional de salud que atiende a una señora que presenta un malestar en la zona de abajo, durante la consulta se nota la incomodidad de la paciente al expresarse. Por otro lado, se observa a un profesional de salud que no deja expresar sus ideas a la señora, con un trato no empático, sin escucha activa y apurado por terminar de atender a todos los pacientes, en general el profesional no generó un ambiente de confianza. Al final de la consulta, se notó el enojo de la señora, y como al profesional de salud no le interesó.
Primero, se evidencia un problema en el intercambio de información, donde el profesional de salud no escucha activamente y no deja que se exprese la paciente. A las personas que monopolizan el diálogo les importa más dar su opinión y puntos de vista que comprender los de la otra persona. El que sabe escuchar mediante gestos, exclamaciones, comentarios o preguntas; se interesa realmente por entender (Otero, 2008). Esto da a entender que una conversación paciente - profesional de salud dónde ambos interlocutores participan genera un ambiente de confianza en el que se puedan expresar abiertamente, esto puede proveer una mejora en el diagnóstico del paciente y una mejora en el servicio.
Como segundo problema se evidencia la falta de empatía del profesional al momento de no importarle el enojo o incomodidad que presentó su paciente. La empatía es la capacidad de entender las emociones y sentimientos de la otra persona, unas formas de interpretar esta es percibiendo los estados de ánimo de la otra persona, saber ¨leer¨ lo que dice su tono de voz, su postura, sus modales, estos permiten no asumir posturas de juez, criticando y enjuiciando las emociones y sentimientos del otro (Otero, 2008). Una adecuada empatía durante la consulta puede generar que el paciente se sienta importante, y que ayude a reforzar la confianza que tiene al profesional de salud. Además, brinda calidez al servicio que se provee y permite un empleo adecuado del lenguaje verbal y no verbal.
Como último problema que se evidencia es la falta de inteligencia emocional del profesional de salud, esto se evidencia en cómo no apartó sus emociones de sus actos durante la consulta. Por ejemplo, cuando se notó que estaba apurado por terminar la consulta. La inteligencia emocional es la habilidad para conocer los propios sentimientos, conocer los ajenos y utilizar este conocimiento para el logro del éxito (Goleman, 1997). Un profesional con una adecuada inteligencia emocional puede controlar sus emociones para que estas no afecten al paciente. Otro beneficio, es la capacidad de automotivarse a pesar del cansancio que le produzca realizar su trabajo, y así brindar un servicio igual de cálido para todos los pacientes.
Otras características que no se muestran en el caso, pero son igual de importantes son las siguientes: 1. Utilizar el silencio, 2. Aclarar, 3. Parafrasear, 4. Reflejar, 5. Preguntas abiertas y de sondeo, 6. Resumir (Mauricio E. ,2003). Con todas estas características se podrá brindar un servicio óptimo que todo paciente merece, y atraerá mayor confianza a los centros de salud.
En conclusión, para lograr una adecuada comunicación paciente - profesional de salud es necesario el desarrollo de ciertas aptitudes o características: La empatía para entender los sentimientos del paciente; la escucha activa, lograr un adecuado intercambio de información y generar un ambiente de confianza; la inteligencia emocional, así lograr el autocontrol y automotivación; entre otros. Con todas estas características se puede brindar un mejor diagnóstico, provee un ambiente de confianza, mejora en el servicio y mejora la opinión sobre los centros de salud. Por todo ello es necesario una buena comunicación paciente -profesional. En los profesionales de salud.
BIBLIOGRAFÍA:
Nouvilas, E. (1999). Psicología social y salud. En J.F. Morales y C. Huici (Eds.), Psicología social. Madrid: McGraw-Hill - UNED.
Otero Martínez, Haydée. (2008). HACIA UNA COMUNICACIÓN EFECTIVA Y HUMANISTA EN ÁMBITOS DE SALUD. Revista Habanera de Ciencias Médicas, 7(1) Recuperado en 21 de octubre de 2022, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729-519X2008000100002&lng=es&tlng=es.
Goleman, Daniel. La inteligencia emocional . México: Vergara Editor S.A.;1997
Mauricio, E. (2003). LA COMUNICACIÓN INTERPERSONAL EN LOS SERVICIOS DE SALUD. Punto Cero v.8 n.7 Cochabamba. Recuperado en 21 de octubre de 2022, de http://www.scielo.org.bo/scielo.php?pid=s1815-02762003000200005&script=sci_arttext