En el Perú existen múltiples problemas con el servicio de salud como el desabastecimiento de medicamentos, ambulancias inoperativas, una mala implementación del Libro de Reclamaciones y sobre todo la mala atención a los pacientes. Es muy común que la comunicación paciente – doctor en nuestro país no sea la adecuada. Comúnmente se escuchan quejas sobre el mal trato de los doctores hacia sus pacientes, en especial en las consultas. Estas consultas suelen no tener el tiempo adecuado para que el paciente revele la información de sus dolencias, el doctor no hace el uso correcto de la escucha activa o simplemente muestra desinterés hacia el paciente.
En el video demostrativo del módulo I se muestra un doctor que parece interesarle poco escuchar más de lo necesario a la paciente, esto evidentemente genera una molestia a la paciente, haciendo que no quiera explayarse más acerca de su padecimiento y retrayéndose de contarle sus dudas acerca de lo que siente. También demuestra una mala actitud al no querer revisar los estudios y dar por supuesto que la paciente tiene una infección urinaria y no tomarle importancia a los estudios que trajo la paciente, que muy seguramente tenga una tal infección; sin embargo, que la paciente vea que el doctor ha revisado los exámenes clínicos y se le vea seguro de que, en efecto, es una infección urinaria, haría sentir más tranquila a la paciente. El doctor peca de no realizar una escucha activa a la paciente, posee una actitud de querer terminar rápido con la paciente y no parece querer resolver dudas, a pesar de que la paciente seguramente las tenga. En estas situaciones los pacientes se retraen de consultarle más de lo necesario a los doctores ya que no les generan la confianza que se necesita en las consultas. Estas actitudes generarían que probablemente se haga un diagnóstico equivocado, que se genere desconfianza no solo al doctor que la trató así sino al sistema de salud en sí, generando un retraso de recuperación en los pacientes al tener dudas no resueltas. Por ejemplo, en este caso del módulo I la paciente capaz no sabe si realizarse lavados especiales podría mejorar o afectar más la infección, quizá la dieta se vea afectada ahora que tiene una infección, probablemente la paciente tenga dudas de a qué se debe esa infección, si es por alguna acción realizada anteriormente, etc. Todas estas consecuencias se podrían evitar si el doctor realizará una escucha activa correctamente, adecuando su postura receptiva, tomando su tiempo para escuchar los relatos de la paciente, generando confianza con esta misma para poder evitar que la paciente se quede con dudas respecto a sus dolencias y realizar preguntas referentes a sus relatos. Por ejemplo, en el video del módulo II se representa una mejor conversación paciente – doctor. El doctor le pregunta cuánto tiempo está con ese dolor, qué otros síntomas podría tener, etc. Y la paciente al generar mayor confianza con este, le indica sus dudas sobre su dieta, pastillas, qué acciones debe evitar, etc.
Por otro lado, podríamos decir que el tiempo de consulta trate de ser lo más rápida posible pues los doctores suelen tener muchos pacientes y esto conlleva a tratar de resolver cada enfermedad lo más rápido posible para así poder atender a todos los pacientes, o probablemente al final de una jornada el doctor sienta el cansancio del día después de varias horas trabajando y por eso no muestre el mejor interés del mundo hacia su paciente. Sin embargo, esas no son excusas para no realizar un trabajo adecuado de acuerdo con un médico, tratar de mejor manera al paciente y realizar una escucha activa el tiempo que sea necesario para así evitar futuras complicaciones o hacer que el paciente tenga que volver innecesariamente dejando de lado sus días laborales o sus estudios para ir otra vez a consulta y que probablemente busque a otro médico a contarle otra vez sus dolencias.
En conclusión, es claro que las conversaciones médico – paciente son muy importantes y deben tener mayor consideración al aplicar una escucha activa adecuadamente, esto traería múltiples beneficios como que el paciente salga de la consulta sintiéndose informado y educado acerca de su enfermedad, generaría una mayor confianza médico – paciente, se seguiría de manera correcta el tratamiento y disminuiría la estancia hospitalaria. No se debería tratar de manera desinteresada al paciente porque genera consecuencias muy graves y que por las dudas no se siga de manera correcta el tratamiento y la dolencia se complique más de lo que se debería.