Cuando se domina bien un tema se puede recordar fácilmente, explicar con tus propias palabras, hasta se logra generar nuevos conocimientos a partir del mismo. Pero, ¿cómo garantizar que se maneja correctamente este nuevo conocimiento?
Andrew Furco define el método del aprendizaje-servicio de modo que se presenta como solución a este dilema.
En el presente documento se explicará la importancia de aplicar este método y cómo podría ser utilizado en la educación de profesionales de la salud en formación.
Es muy conocido el dicho “Si quieres aprender, enseña”, para usar este método es necesario conocer la importancia de la enseñanza como la mejor forma de aprender, ya que este se basa en la experiencia y esta se adquiere mediante el servicio comunitario. El servicio comunitario es una herramienta en la que brindan voluntariamente tu ayuda y así lograr cambios en tu comunidad, este aborda aspectos medio ambientales, de salud, seguridad, etc. (1).
Esta herramienta fortalece tus habilidades de liderazgo, desarrollo social, entre otros aspectos que son necesarios para que un estudiante no sólo sea quien reciba la información y actúe de forma pasiva en su aprendizaje, si no para que tome acción y pueda compartir y generar nuevos conocimientos logrando así expandir su forma de ver y aportar a la sociedad. Es importante en el ámbito universitario empoderar a los estudiantes, desafiarlos para que de ellos nazca el querer informarse más, innovar, ya que serán ellos quienes compartan esa nueva información.
¿Dónde queda el rol de los docentes con la implementación de este método?
Los docentes también cumplen un rol importante, ellos ceden el control de sus aulas y toman un papel en segundo plano en el aprendizaje de los alumnos, pero siempre deben estar presentes como guías y apoyo, ya que siendo ellos previamente instruidos para fomentar una buena educación es necesario el compartir con sus estudiantes sus consejos para que estos logren cumplir con su tarea de enseñanza de la mejor manera posible.
¿Cómo pueden hacerlo?, esto es posible mediante el buen uso de las retroalimentaciones, se sabe que el instruir a estudiantes que en el colegio sólo usaron el método primitivo de memorizar, copiar y pegar, etc., es muy difícil, eh ahí el reto de mejorar sus conductas. Mediante las retroalimentaciones logras que se den cuenta de sus fallos de una manera que el querer cambiar esa conducta parta de ellos mismos y así se motivan para mejorar cada vez (2).
Por ejemplo, una de las tareas durante el primer año en la universidad es escoger un público objetivo para generar en ellos un cambio de conducta, en este escenario las retroalimentaciones podrían emplearse a través de los mismos compañeros de clase, al practicar frente a ellos como si fueran tu público escogido y que ellos te den opiniones sobre lo que estás haciendo bien y lo que puedes mejorar para lograr tu propósito.
Es de este modo que llegas a ellos sin generar experiencias negativas y no se creen la idea de que es una obligación si no que es una forma de superación. Lo que se espera de este método es aumentar la motivación en el aprendizaje, tanto de alumnos como docentes, también que nazca en ellos la iniciativa de estar presentes y participar dejando de lado los problemas que a raíz de la pandemia aumentaron, ya que no era posible hacer contacto con otras personas para poder verificar que el conocimiento llegue a ellas de la mejor manera.
Entre los beneficios del aprendizaje-servicio tenemos al cambio de conducta (3), por medio del servicio comunitario lo que en el contexto de estudiantes de pregrado del área de ciencias de la salud podría llamarse también intervención educativa comunitaria, que busca como bien dice su nombre generar nuevas conductas con ayuda de los alumnos mostrando un problema socialmente conocido y mostrando la mejor manera, de forma práctica y clara, de acabar con este problema. La clave de un buen cambio de conducta es no abrumar con conocimientos a tu público objetivo, un verdadero cambio se logra cuando se toma conciencia del problema y que está en tus manos el reemplazar un simple aspecto de tu vida para poder evitarlo, como no olvidar lavarte los dientes para así evitar las caries, también el lavarse las manos para evitar enfermedades contagiosas, entre otras.
A parte de consolidar sus conocimientos y adquirir nuevas experiencias, ¿hay otros beneficios para los estudiantes?
Aunque no se trate de conseguir beneficios propios ya que es un servicio para la comunidad, si hay algunos que puedan servir como motivación. Entre los más resaltantes están la gratitud y felicidad de su público objetivo ya que aprecian el tiempo que se dan para pasar momentos de enseñanza con ellos, se puede notar claramente cuando el público objetivo son pacientes que normalmente no pueden socializar por su misma condición. Por ejemplo, enseñarles a usar correctamente la mascarilla a niños en el área de oncología mediante algunos juegos didácticos y premios que los ayude a distraerse del ambiente en el que se encuentran.
Entonces, podemos concluir que si se busca fomentar experiencias favorables para la educación de los profesionales en formación del área de ciencias de la salud y el público objetivo es importante conocer cómo implementar de la mejor manera el aprendizaje-servicio para que ellos se involucren en la enseñanza de otros generando para sí nuevos conocimientos y reforzar los ya obtenidos. Esto se logrará mediante la práctica y la motivación necesaria de querer dejar tu huella en la comunidad, apoyar y no rendirse ante los fallos, la clave de todo es la perseverancia.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. | FURCO A. SERVICE-LEARNING: A BALANCED APPROACH TO EXPERIENTIAL EDUCATION SERVICE CFN, editor. Washington DC; 1996. |
2. | JHPIEGO UJH. El Proyecto PRIME II. [Online].; 2002. Acceso 16 de junio de 2022. Disponible en: www.prime2.org/prime2/pdf/SpTOL_Highres.pdf. |
3. | OCDE OUUL. MINEDU. [Online].; 2016. Acceso 16 de junio de 2022. Disponible en: http://disde.minedu.gob.pe/handle/20.500.12799/5421. |