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¿CÓMO MEJORAR EN EL APRENDIZAJE SERVICIO Y LA CONSEJERÍA ENTRE PARES PARA REDUCIR LA ANEMIA?

INTRODUCCIÓN:

La anemia es una enfermedad por deficiencia de hierro que afecta profundamente a los niños peruanos, por ello se conoce como uno de “Los problemas más grandes de salud pública en el Perú”. 

Para reducir su prevalencia e impacto se han realizado marchas y proyectos del Ministerio de Salud donde se enseñó a las madres qué comprar para prevenir o disminuir la anemia.

Como jóvenes universitarios tenemos un rol importante con nuestra sociedad por ejemplo para reducir la prevalencia de enfermedades como la anemia , de modo que durante las clases de primer ciclo de la Facultad de Medicina desarrollamos una intervención educativa donde se aplicó el “Aprendizaje-Servicio” (ApS).

El ApS cuenta con un gran apoyo donde se manifiesta que (Aramburuzabala, García-Peinado y Elvias, 2013) se trata de una innovadora práctica educativa que combina objetivos de aprendizaje curricular con objetivos de servicio a la comunidad, con la intención de mejorar las realidades donde se realiza el servicio, y que considera a quien recibe el servicio como un elemento central y no como un simple receptor de actos de caridad. Recalcan que favorece el desarrollo del pensamiento crítico y la conciencia social que convierten las actividades de servicio en experiencias transformadoras.

En contraposición, existen posturas que desestiman la importancia y trascendencia del “Aprendizaje – Servicio” basándose en que no existe un fuerte motivo transformador dentro de los alumnos para generar un cambio en su comunidad. De este modo, el presente escrito busca describir con hechos la eficacia , características para tener éxito en el ApS y de la consejería entre pares para la salud pública. Para ello se propone la siguiente pregunta: ¿Qué necesitamos los profesionales de salud en formación para convertirnos en líderes del aprendizaje-servicio para mejorar la consejería entre pares para la reducción de la prevalencia de la anemia infantil? 

DESARROLLO:

Jones (2002) afirma que  existe  un  lado  oscuro  en  el  uso  de  la  metodología  de ApS,  dado  que  a  cierto  alumnado  le  supone  una  elevada dificultad aplicar aprendizajes académicos a un mundo real, no obteniendo ningún tipo de ventaja para su aprendizaje. Otros  autores  atribuyen  sus  dificultades  a  cuestiones  de carácter más logístico.

 Por ejemplo, Martínez (2008) destaca el compromiso de los tiempos que implica la realización de estos proyectos en la comunidad, al tener que prepararlos previamente y, posteriormente, aplicarlos y evaluarlos desde un marco formativo exigente con procesos de tutela y seguimiento rigurosos. (Santos P, Cañadas, Martinez M, 2020). En complemento, también hay opiniones que establecen la poca probabilidad de éxito en la consejería entre pares debido a la relación horizontal que se tiene, además de que son personas que comparten (en muchos casos) una misma situación educativa, por ello hay autores que afirman que no se puede trabajar de este modo. 

En desestimación de lo previamente escrito debemos saber primero que para liderar el ApS se necesitan que los estudiantes practiquen activamente estos tres grandes factores que determinarán el éxito o falla de la intervención.

1. Deseo transformador: El transformar parte de uno mismo y no se trata de inspirar a las personas a ser mejores sino de guiarlos en sus cambios de hábitos para que así cumplan sus propios objetivos. Se sabe que, en el Perú, miles de familias viven en situaciones de pobreza y esto está directamente relacionada con sus hábitos alimenticios, que en muchos casos es bajo en proteínas; por ello, es necesario guiarlos en el conocimiento de alimentos que resulten accesibles, pero con un alto valor nutricional como son el higadito y la sangrecita. 

2. Consciencia situacional: Primero, considerar a quien recibe el servicio como un elemento central y no como un simple receptor de actos de caridad 

Además, saber el contexto cultural, político, social y económico del lugar donde se realizará la intervención, nos dará una visión más amplia del cómo se debería trabajar. Debemos demostrar el valor de la empatía y solidaridad. 

Por ejemplo, si son madres que no saben leer, el facilitador deberá intervenir a través de imágenes, videos y palabras que sean cómodas de entender. Los conocimientos que se intercambien mutuamente entre el intervenido y facilitador serán de gran ayuda para el correcto seguimiento de las mejoras. 

3. Trabajo colaborativo: No se trata de solo “dar” la información que creamos correcta sino de un acto comunicativo donde exista un emisor y receptor que intercambien roles, escuchen y aprendan de las ideas o concepciones que se tengan sobre un tema para así comprender todas las perspectivas entorno a un punto. 

Por ejemplo, se podría aplicar en primera instancia el “Ciclo de Kolb” donde se busque conocer cuáles son las ideas que se tiene sobre el tema a través de preguntas: ¿Qué cree usted que significa esta imagen? ¿Por qué?, luego realizar retroalimentación, para así complementar y consolidar la idea. 

El ApS cuenta con más ventajas que desventajas en su preparación, por ello enfatizar en que resulta “difícil” o “es poco probable por el tiempo” no resultan ciertas y solo es necesario mayor organización y voluntad. 

Por otra parte, se debe enfatizar que los tres factores (anteriormente mencionados) serían definidos como “vacíos” sino engloban los valores del respeto, solidaridad, honradez, pero sobre todo la empatía y asertividad al comunicar una idea. Todo ello es de vital importancia. 

Este último punto tratado sobre la comunicación nos lleva a recordar la consejería entre pares, esta se refiere al desarrollo de estrategias entre y a través de personas que forman parte de un grupo determinado. Esta modalidad, desarrollada desde la comunidad, tiene la ventaja de generar una corriente de aceptación y mayor identificación entre consejero y consultante al compartirse lenguajes y códigos, lo que puede contribuir a disminuir la ansiedad asociada y a potenciar el rol de facilitador. (Escribano, E. O., Hernández, H., & Venegas, C, 2002) 

Para ser líderes en la consejería entre pares se deben seguir estos puntos:

  1. Deseo de brindar “real soporte” y apoyo a personas de tu misma situación
  2. Respetar las creencias y hábitos culturales
  3. Ser empático con las diversas situaciones que se dialoguen
  4. No dar consejos sino sugerir posibles soluciones.

CONCLUSIÓN:

En síntesis, existen diversas formas de ayudar a la comunidad y entre ellas está el ApS y la consejería entre pares, mismas que si bien presentan detractores debido a la eficacia o éxito que presenta , también hay posturas que destacan lo favorecedoras que resultan para la sociedad; para lograr tener un real éxito en ellas se debe tener en cuenta los puntos planteados en líneas anteriores, y sobre todo enfatizar en la empatía y asertividad en ambos, ya que fortalecerán los lazos que se tengan con los intervenidos. 

Las sugerencias planteadas deben ser usadas a partir de un deseo por generar un cambio en la sociedad de manera que satisfaga sus objetivos, en este caso, sería el disminuir los casos de anemia en el Perú. 

REFERENCIAS: 

Aramburuzabala, P., García-Peinado, R. y Elvias, S. (2013). Educación desde y para la Justicia Social: una Experiencia de Aprendizaje-Servicio en la Formación de Maestros. En M.C. Pérez Fuentes y M. M. Molero Jurado (Comps.), Variables psicológicas y educativas para la intervención en el ámbito escolar (pp. 257-265). Almería: Asociación Universitaria de Educación y Psicología.

Escribano, E. O., Hernández, H., & Venegas (2002) C. Área de Prevención Comisión Nacional del SIDA 2002. 

Santos P, Cañadas, Martínez M. (2020) Vista de Limitaciones del aprendizaje-servicio en la formación inicial en actividad físico-deportiva (Limitations of service-learning in initial training in physical activity and sports). (s. f.). https://recyt.fecyt.es/index.php/retos/article/view/70961/45648 

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