26 Aug
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Los problemas que aquejan la salud en el Perú han sido una constante. Problemas que van desde la causa principal de muerte en el mundo correspondiéndole a las enfermedades cardiovasculares hasta enfermedades carenciales como lo es la anemia ferropénica. Este tipo de anemia es el más común, puesto que constituye una deficiencia nutricional de mayor prevalencia en todo el mundo, afectando al 33% de mujeres no embarazadas, 40% de embarazadas y, lo que resulta más alarmante, al 42% de los niños, según la OMS (1). Claramente esta no es una problemática menor en nuestro país, país en el cual los porcentajes se ven incrementados en gran medida. Es por ello por lo que aquellas autoridades que se encargan de combatir la anemia ferropénica infantil a través de la consejería nutricional entre pares necesitan de conocimiento y herramientas efectivas, todo lo que una intervención educativa comunitaria puede ofrecer. El perfeccionamiento de estas consejerías es fundamental si se quiere reducir la anemia en la infancia de los niños peruanos.


La primera herramienta o estrategia para utilizar es la promoción de la salud. Es aquella estrategia básica que se emplea para el desarrollo de habilidades personales y la adquisición de aptitudes, que ocasionan cambios significativos en el comportamiento de las personas, fomentando así un mejor estilo de vida. Esta promoción de salud a cargo de los actores sociales lleva a cabo actividades individuales como también, el trabajo entre pares que determina la adhesión de todo lo instruido al estilo de vida del público objetivo. La complicación aparece cuando la información que se busca transmitir no es concisa y clara para los padres, orientando a un aprendizaje erróneo o incompleto sobre la dieta nutricional que deben darles a sus hijos.

Si bien es cierto que existen programas sociales públicos como Qaliwarma, no se ataca la raíz del problema, que sería el conocimiento sobre prácticas saludables que poseen las madres. Estas son las que más se encuentran al tanto del alimento de sus hijos, sin embargo, ambos padres deben de estar presentes durante la consejería. Muchas veces se suele asociar el poco grado de instrucción materna a la mala alimentación de sus hijos y por lo tanto, a la aparición de anemia ferropénica en ellos. No obstante, esto se vio refutado en un estudio realizado a madres del Hospital Regional de Ica en 2019 (2), cuyos resultados no reflejaban una nula relación o hasta una relación inversa entre las variables: Nivel de conocimientos y prácticas saludables. Trayendo consigo la reflexión de que no existe requisito alguno para ser parte de las consejerías nutricionales de nuestros actores sociales.

Ya sabiendo que no existe un obstáculo relacionado a lo intelectual y que, de no ejecutarse una correcta consejería la información que se transmite no tendría ninguna repercusión favorable en las prácticas de los padres. Solo resta mencionar que los actores sociales deben de cumplir cierto perfil, el cual será enseñado a través de nuestra intervención y ejemplificado de mejor manera para garantizar que se formen con él. El actor social debe ser capaz de manejar técnicas dinámicas participativas, promover un ambiente de seguridad y confianza, hacer uso de experiencias vivenciales y concretas, retroalimentar a los padres y dar refuerzos positivos en caso sea necesario, entre otras facultades. 


En conclusión, después de haber realizado una exhaustiva investigación respecto a cómo tiene que ser el perfil y actuar de un actor social podemos decir que la anemia es un problema de salud pública creciente en el Perú que puede llevar desde un deterioro leve y pasajero de la salud hasta un deterioro severo y permanente en el desarrollo físico y cognitivo del infante y que la correcta capacitación de estos puede llevar a una reducción en la tasa de anemia infantil peruana ya que si los actores sociales proceden a realizar sus intervenciones de manera correcta y con todas las pautas antes mencionadas (uso de la escucha activa, fomentar la participación del público objetivo, realizar preguntas en donde se tenga que inferir la respuesta, realizar experiencias vivenciales etc.) Se podrá hablar de un aprendizaje significativo por parte de los habitantes del domicilio intervenido y si ellos aprenden cómo y qué tienen que darle de comer a sus infantes para prevenir y luchar contra la anemia.


REFERENCIAS:

  1. Las nuevas orientaciones de la OMS ayudan a detectar la carencia de hierro y a proteger el desarrollo cerebral. OMS. [Internet]. 20 de abril de 2020 [citado el 18 de noviembre de 2022]. Recuperado a partir de: https://www.who.int/es/news/item/20-04-2020-who-guidance-helps-detect-iron-deficiency-and-protect-brain-development#:~:text=La%20carencia%20de%20hierro%20es%20la%20principal%20causa%20de%20la,al%2042%25%20de%20los%20ni%C3%B1os
  2. Iparraguirre H. Conocimientos y prácticas de madres sobre prevención de anemia ferropénica en niños menores de 5 años. Hospital Regional de Ica - 2019. Panacea[Internet]. 2020 [citado el 18 de noviembre de 2022]; 9(2): 104-107. Disponible en: https://revistas.unica.edu.pe/index.php/panacea/article/view/328/459
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