Muchas veces hemos escuchado comentarios sobre si es que los estudiantes de ciencias de la salud deberían empezar a tener contacto con la población a inicios de pregrado o esperar unos años más hasta que puedan realizar su internado o práctica en un centro de salud, ya que se presentan ciertas dudas como, ¿estarán lo suficientemente capacitados?, ¿tendrán un buen conocimiento acerca de los temas a tratar con la población?, ¿sabrán realmente como relacionarse con los diferentes tipos de población?, etc., preguntas como estas salen a flote cuando pensamos si sería correcto que los estudiantes de salud inicien desde muy temprano a tener un contacto con la sociedad, en este breve ensayo hablaremos un poco más sobre este tema, con ayuda de diferentes fuentes y mostrando mi punto de vista, además de mi experiencia como tal, y el por qué si debería darse el temprano contacto de estudiantes de ciencias de la salud con la población para mejorar no solo la calidad de atención médica, sino también progresar como sociedad.
En primer lugar, para nadie es un secreto que para un profesional de la salud el tener una buena relación con el paciente es algo fundamental, la mayor parte de las universidades enseñan a sus alumnos a partir de un inicio, antes de que comiencen a recibir instrucción práctica asistencial, a conservar una interacción profesional con sus pacientes, observando su dignidad y respetando su privacidad, cuanto mejor sea la interacción en términos de respeto recíproco, entendimiento, confianza, valores compartidos y perspectivas sobre las patologías y la vida, y el tiempo disponible, mejor va a ser la precisión y calidad de los datos sobre el diagnóstico del paciente que se intercambiará en las dos direcciones, perfeccionando la exactitud del diagnóstico e incrementando el razonamiento del paciente sobre la patología o dolencia. Sin embargo, muchos pensamos que este tipo de relación solo se logra cuando el estudiante ya está por acabar la carrera, ya que se piensa que solo por ese tiempo este tiene tanto la capacidad intelectual como emocional para poder realizar este tipo de contacto, pero este tipo de idea es algo subjetiva. (Mendoza F, 2017)
En mi caso, soy estudiante de la carrera de Nutrición, actualmente estoy cursando el primer ciclo, y afortunadamente tuve la oportunidad de ya tener un contacto con mi comunidad, según mi experiencia y estoy segura de que la de mis compañeros también, esta iniciativa nos ayudó a mejorar y a ver ciertos aspectos que caracterizan a un buen profesional de la salud, a muchos de nosotros nos llevó a desarrollar nuestra paciencia o trabajar nuestra comunicación, ya que sabemos que no es lo mismo dirigirnos a un niño que aun adulto o un adolescente, de igual manera los temas a tratar y la forma o los recursos que utilizamos para transmitirles la información. Antes de llevar a cabo esta intervención yo pensé que lograríamos cambiar una conducta o veríamos una diferencia en nuestra sociedad si solo brindábamos charlas o les dábamos ciertas recomendaciones, pero este proyecto me ayudo a entender que, si queremos lograr realmente un cambio en ciertas conductas fundamentales de nuestra sociedad, es un proceso, el cual requiere de diferentes factores para llevarla a cabo. A pesar de los miedos y capaces inseguridades que teníamos porque creíamos que no estábamos lo suficientemente capacitados para este tipo de intervenciones, una vez que empezamos a realizar las sesiones, empezamos a establecer una relación con nuestro público objetivo, la organización que teníamos y tanto las pautas como retroalimentaciones dictadas con anterioridad por nuestra maestra asignada al curso, nos ayudó mucho para que nuestra intervención saliera de la mejor manera. En mi opinión personal, esta iniciativa me hizo sentir como si mi labor ya hubiera empezado, como profesionales de la salud, no solo debemos tener el conocimiento necesario, lo que debería ser esencial en un profesional de la salud son las ganas de servir a su entorno, esas ganas de querer generar un cambio, ya que nosotros tenemos esa responsabilidad social con nuestra población.
La interacción social es importante para el aprendizaje, puesto que propicia el desarrollo de las habilidades humanas, considerando el lenguaje como mecanismo mediador en dicho desarrollo. En este sentido, la relación social da oportunidades de aprender a ser comunicadores hábiles, entendiendo por comunicación, que este es el proceso esencial de los intercambios sociales que sigue las ideas de problema, preparación, negociación, consenso y desacuerdo, de trueque de información, de interpretación y traducción, de bromas e intimidades, de debate e instrucción. De esta manera, esta interacción es primordial para el desarrollo del lenguaje y la cognición, al permitir el establecimiento de la comunicación, como mecanismo de participación entre los dos. A falta de ella, podría ser imposible aprender, entender, conocer o hablar de relaciones sociales. (Leonel Arias Sandoval, 2009, s. f.)
Una situación que quisiera resaltar, es lo sucedió en el tiempo de pandemia, cuando la situación empezó a empeorar, cuando los contagios estaban en el pico más alto, y muchísimos profesionales de salud perdieron la vida, además de haber escasos recursos en las diferentes regiones de nuestro país, así como también un número insuficiente de personal médico, a mi parecer ante esta deprimente situación nos tendría que llevar a reflexionar. Las prácticas de muchos estudiantes se detuvo por la situación vivida, los desafíos que hace frente el personal que trabaja en el sector de salud dentro de la enfermedad pandémica por covid-19, su efecto a grado psicológico y las estrategias optadas por salud pública de cada territorio frente al caso, destacando que el virus no solo ataca a grado físico que es el más grande énfasis que nace cerca de la enfermedad pandémica, sino que además debería abordarse el caso a partir de una visión biopsicosocial o integral. En todo el mundo la problemática social se manifestó principalmente en las prácticas en la zona de salud con desafíos y secuelas afrontadas en la pandemia, por medio de indicios asociados con depresión, estrés, insomnio, ansiedad y hasta se reportaron casos de miedo ante posible agresión por estigmatización social hacia el personal. Tal situación de salud psicológica en los expertos probablemente existía previa a la enfermedad pandémica, en este tipo de situación podemos notar como la falta de interacción temprana con la población puede afectar cuando se atraviesa por una crisis como la vivida, muchos no se sienten seguros aun estando tantos años en su centro de estudio y practicando dentro de él, porque es muy diferente recrear una situación sobre todo para casos como el de la salud a que uno mismo lo viva, he aquí viene la gran importancia de tener más proyectos que impulsen tener una relación social desde inicios de carrera para que los estudiantes se vayan familiarizando con su futura labor, además de palpar esa experiencia con los pacientes y puedan ellos mismos identificar y mejorar sus propias actitudes para que puedan afrontar con más facilidad situaciones como las vividas, teniendo hasta un mayor control de ellos, ya que a partir del principio de crisis de la covid-19, este tipo de reacciones como las antes mencionadas se aumentó y detonó, es por ello que nuestros estudiantes no deberían esperar a tener cierto grado adquirido para empezar a realizar prácticas, tampoco nos vamos al hecho de que se empiece con prácticas complejas o temas en las que deben tener un mayor grado de aprendizaje dentro de su centro de estudio, pero si se pueden realizar de acuerdo a la información que tengan la facilidad de manejar y que puedan transmitirla, porque lo importante de estas iniciativas es que el profesional de la salud palpe ni bien empieza su carrera un vínculo con la sociedad a la que en un futuro él tendrá que ayudar, ya sea en la especialidad que él se haya querido desarrollar, ya sea como un médico, enfermera, obstetra, tecnólogo o nutriólogo. (Deisy Pinto, Fernando Santana De Paiva, s. f.)
En conclusión, la interacción temprana de los profesionales de salud con la población tendría que volverse algo fundamental en la preparación de los estudiantes, como hemos podido ver mientras uno tenga una mejor relación con su entorno ya sea en su comunidad o sociedad, puede lograr cambios por muy pequeños que sean, así como lo hemos realizado nosotros en las diferentes intervenciones que hemos realizado, aprendiendo el manejo de nuestras emociones, modificando en nosotros mismos conductas que no son las más recomendables a la hora de interactuar con la población, mejorando ciertos aspectos como la paciencia y comunicación, ante ello estas pequeñas iniciativas representarían un gran cambio en un futuro no muy lejano, porque mientras se van desarrollando tanto en conocimiento como viviéndolo en la realidad a la hora de salir a un centro de salud, donde ya esté más equipado, donde se viva aún más esta constante interacción con las demás personas, no tengamos tantos miedos ni desconfianzas en nosotros mismos, porque ya lo hemos realizado con anterioridad, además, sería muy bueno que este tipo de prácticas se realicen también fuera de la región porque sabemos que los centros de salud de la costa no son los mismos que los de la sierra o selva, así mismo su población, son diferentes… Si queremos ver cambios a futuro, sobre todo en el ámbito de la salud, debemos, desde ya, incentivar a las diferentes universidades que añadan este tipo de proyectos para lograr no solo mejores profesionales de salud, sino una mejor sociedad.
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