Nosotros como todo ser vivo tenemos la necesidad de comunicarnos. Por ello que la comunicación juega un papel fundamental en el día a día y en la vida de cada individuo. La comunicación es una herramienta que tiene muchos usos en nuestra vida, la cual nos sirve para brindar información relevante, introducir nuevos términos, conectar con otras personas y generar cambios que generen impacto. La comunicación se utiliza dentro de varios ámbitos de nuestra vida cotidiana. El de la salud no es la excepción, puesto que esta se puede ver utilizado dentro de la comunicación profesional-paciente e interprofesional.
Si no existe la presencia de una buena comunicación en el área de la salud es imposible que se consiga un buen intercambio de palabras con los pacientes y otros profesionales y la proporción de una buena atención y cuidado de la salud. Es por ello que se definirá un problema presente en el ambiente de la salud el cual es la mala comunicación, con el fin de analizar cómo esto genera problemas especialmente en la salud de la población.
Para hablar de la mala comunicación en el área de la salud, primero se debe definir la “comunicación”. La comunicación es el acto de comunicar o expresar algo a alguien, a través de la comunicación puedes conectar puentes con otras personas, puedes conocer los pensamientos, sentimientos, problemas y creencias del otro. Si se lleva esta definición de comunicación hacia el ámbito de la salud, se puede inferir que esta permite construir estos puentes de confianza con el paciente, logrando que estos puedan abrirse y expresar la situación en la cual se encuentra su salud. Añadiendo más a la definición de la comunicación en la salud, para el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, la comunicación, dentro de este ámbito, estudia y hace uso de estrategias comunicativas para informar e influir a la población con el fin de mejorar la salud de los individuos. Esta contribución en la prevención de enfermedades y promoción de la salud; además, actúa dentro de la relación entre los profesionales sanitarios y con los pacientes, la búsqueda, uso y difusión de información sanitaria, la construcción de campañas de salud pública, la educación de los pacientes sobre los sistemas de salud, etc. (p. 11-3)
Teniendo en claro lo que implica la comunicación en salud, se puede inferir lo que la mala comunicación en el ámbito sanitario conlleva. La mala comunicación genera problemas dentro y fuera del ambiente hospitalario. La mala comunicación que un profesional de la salud pueda tener con otros profesionales y con los pacientes puede generar una serie de consecuencias adversas para la salud de toda una población y la organización del sistema de salud respectivo.
En primer lugar, la mala comunicación entre un profesional sanitario y un paciente llega a ser muy nociva, ya que de ocurrir esto no se construiría estos puentes invisibles que unen a estos dos individuos; de no construirse estos puentes, este profesional no podrá obtener la información necesaria para poder ayudar a este paciente, lo que generaría una agravación en el estado de salud de este mismo. Como menciona Kaplan et al. (1989) “La comunicación médico-paciente se produce en el contexto de una relación dinámica, recíproca y emergente”. (p. S112) De existir esta mala comunicación, ocasionará una falta de relación recíproca, donde el paciente no contesta a las preguntas del profesional sanitario y este no le brinda información sustancial y una solución al paciente.
En segundo lugar, de existir una incomunicación con otros profesionales de la salud, se está poniendo en peligro la organización hospitalaria, el correcto proceso de atención al paciente y la salud de la población. La comunicación es determinante para una buena organización, de no haber esta, estaría peligrando el acceso al servicio de salud por parte de la población. Debido a la presencia de incomunicación interprofesional dentro de un hospital es que los procesos de atención son más tardíos, mostrando fastidio o malestar por parte de los pacientes, posteriormente estos descargarán su descontento con los profesionales de salud desencadenando así en un ambiente negativo tanto para los pacientes como para los mismos profesionales; además del descontento,
Si se juntasen los dos puntos anteriores, se tendrá otro desencadenante de la mala comunicación: la baja calidad de los servicios de salud. Al haber mala comunicación con los pacientes, sus familiares y profesionales de salud y al haber mala organización, esto repercute directamente en la calidad de los servicios de salud; debido a este decaimiento es que se genera desconfianza por parte de la población hacia el sistema sanitario, produciendo una disminución en el acudimiento a los hospitales por parte de esta misma población y el descubrimiento de su salud.
En una época donde la humanidad y la tecnología conviven diariamente, donde se comparte información de una manera más sencilla y rápida, es lógico pensar que en esta nueva forma de interacción también se encuentran problemas, lo que lleva a plantear la última consecuencia de la incomunicación Las famosas “fake news” son el tipo de información que, irónicamente, desinforma; no es novedad que el area de la salud se vea plagado de estas; el problema en ello no es solo su existencia, sino también en la falta de credibilidad que se genera en la población hacia las entidades sanitarias, las cuales en vez de desmentir o informar, se mantienen en silencio y, en el peor de los casos, la propagan.
En conclusión, a pesar de que diversas entidades sanitarias recomiendan el uso de una buena comunicación, la mala comunicación o incomunicación es un problema vigente y alarmante, ya que esta es capaz de originar una serie de problemas sanitarios a gran escala, desde generar desconfianza en la poblacion y la mala organizacion de los sistemas sanitarios hasta el descubrimiento de la salud de toda una poblacion. Derrocar la incomunicación es difícil, pero no imposible.
Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (2000). Healthy People 2010 Volumen I. Kaplan, SH, Greenfield, S. y Ware Jr, JE (1989). Evaluación de los efectos de las interacciones médico-paciente en los resultados de las enfermedades crónicas. Atención médica.